No es fácil llevar a cabo una plataforma con entrevistas de ésta magnitud, pero una buena charla siempre es bueno registrarla. En Málaga, finiquitando los últimos calores del verano, dando la correspondiente bienvenida al otoño, retornamos con una nueva entrega del Ciclo de Charlas con Jesús Arévalo López Pastor (AKA BARISTESUS).

J – “Mi nombre es Jesús, “Baristesus” cuando estoy cerca de algún artilugio que sirva para preparar café.

Nací y crecí en Madrid, rodeado de demasiada gente, demasiado ocupada, y demasiado ajetreada. Aunque siempre tuve un pequeño refugio de tranquilidad en un pueblito de Ciudad Real: Torralba de Calatrava, de donde es originaria mi familia. 

Mi vida personal y laboral siempre ha estado ligada al deporte, ya sea como practicante, asistente, entrenador, etcétera, pero un buen día, mi rodilla hizo crack, como un grano de café en pleno tueste, y mi vida dio un vuelco.

Poco tiempo antes, descubrí el valor del café de especialidad, y durante mi rehabilitación (Donde pasé tres veces por quirófano en un año y medio), realicé un taller de cata de café, y otro de preparación de café filtrado, y aunque intenté reclamar una paga y vivir del cuento, la vida se empeñó en mostrarme que mi camino debía estar vinculado a cualquier parte del proceso del café de especialidad.”

J – “A medida que iba compartiendo mi nueva pasión y mis preparaciones y recetas con la gente, fui visualizando que aquella era la mejor manera de hacer feliz o ayudar al mayor número de personas, así que decidí formarme como barista, con Francis Tovar en su @cafe_academy_malaga, uno de los mejores baristas de Andalucía, y el mejor realizando obras de latte art. Y ahí fue cuando me enamoré de Málaga, su gente, sus calles… aunque no tanto de su política, sus precios, las viviendas… Pero nada consiguió apartarme de mi objetivo, crecer y desarrollarme como barista y como persona en Málaga.

DG – ¿Qué significa para ti tu profesión?

J – “Para mi, ser barista va más allá de preparar un buen café. Es ofrecer un servicio, una sonrisa, una conversación, un gesto, algo que te ayude a mejorar tu día, desde el amor y la pasión que yo siento por esa fruta que si la tuestas bien, la mueles adecuadamente, y la infusionas con delicadeza, puede volarte la cabeza con los sabores y matices que se pueden encontrar. O puede que simplemente esperes ese chute de cafeína que recorra tu cuerpo y te haga despertar.

Otro buen día, realizando una cata de cafés en el tostador de Kima Coffee, @Rabiaouam decidió que merecía la oportunidad de dedicarme a mi nueva pasión en la mejor cafetería y con el mejor café de Málaga, casi na! Y aquí’stamo, 9 meses después, deseando volver cada día a los mandos de la cafetera, detrás de la barra, esperando mejorar el día de cada persona que tome mi café, que charle conmigo, que escuche su canción preferida, o que simplemente me mire desde la lejanía y perciba mi buena energía.”

DG – ¿Has tenido alguna mala experiencia trabajando como barista?

j – “Durante este tiempo aún no he tenido malas experiencias, por suerte, más allá de algún cliente que no te da los buenos días, o te pide un café, y sabiendo que estará delicioso, le pone 4 sobres de azúcar. El café solo me ha traído gente maravillosa, experiencias únicas, nuevos amigos, y miles de personas agradecidas o incluso sorprendidas por el aspecto y el sabor de la bebida que les ofrezco, que mis manos preparan con mimo y esmero.”

J – “Hay que estar un poco loco para dedicarse a esto, y mis compañeros en esta ciudad están muy locos y son maravillosas personas, así que no dudes en venir a tomar tu café a Málaga. Encontrarás el mejor lugar, y a las mejores personas para ello.

Buen café, buena música, buena vibra.”